Hace mucho tiempo que no escribo. Llegar a Madrid hizo que hiciera un parate. Un mes ya viajando. Muchos recorridos, muchos museos, muchas visitas, audio guías. Estilos, cuadros, arquitectura, pinturas, arquitectos, personajes de la historia, reyes, duques, moros, árabes. Mucha información. Llegamos a Madrid el sábado 29 de mayo. Fuimos a la casa de Topacio e Isra. Ahora los sucesos que contaré no tienen un orden cronológico, sino que es toda la semana en Madrid. Hicimos un pic nic en el parquecito de al lado del dpto. Topi tiene una canasta de mimbre que cuando la abrís tiene todo lo necesario para el pic nic. Comimos tortillas, pollo, etc. Estaba Martita que había llegado de Australia, un amigo de Martita, Mariano, Pablo, Isra, Topi, Tato y yo. El lunes durante el día fui caminando hasta la Fresh Gallery. Pasé por el museo reina Sofía, por la Estación Atocha, caminé por el parque de Retiro, Pasé por la puerta de Alcalá y caminé por la calle Serrano. Buenos Aires se parece mucho a Madrid. Las construcciones son muy parecidas. Caminar por la Gran Vía podría asemejarse a caminar por Av. de Mayo. Las cúpulas madrileñas se repiten mucho en Buenos Aires. Tomé el Renfe ya a la noche y partí hacia Aravaca, donde vive el nano con vero y los nenes. Antes tomé una foto de la Plaza Mayor de noche. Miles de bares y restaurantes con mesitas afuera quiebran la imagen seca de la plaza de rojo predominante. Me bajé del tren con mi primo Fernando, sin saber veníamos en el mismo coche. Tomás e Inés estaban despiertos así que pude saludarlos antes de que se vayan a dormir. Van a un colegio a unos 20 minutos de Aravaca. Entran a las 9am y llegan a las 18 hs. No tienen que levantarse tan temprano para ir al cole, se levantan 8am. Está bueno eso, me gustó.
El martes me levanté tarde, cerca de las 11. Nadie estaba en la casa ya, solo lucky y yo. Le puse la correa a lucky para dar una vuelta y justo entra vero, ergo, lo sacamos a dar una vuelta juntos. Luego fuimos hasta la estación Príncipe Pío donde almorzamos. Vero volvió a su casa y yo me fui al Palacio Real donde hice una visita guiada. El palacio es enorme. Se pude visitar primero una farmacia, donde se exhiben salas con cajoneras y recipientes donde se guardaban y preparaban las medicinas y la Real Armería con sus armaduras y armas pertenecientes a los reyes de España y a otros miembros de la Familia Real. Las habitaciones y salas del Palacio real contienen una serie indescriptible de frescos en las bóvedas, ornamentaciones, mobiliarios, etc etc. El Palacio es la residencia oficial del rey aunque no habita en él, pero sí recibe a todas las visitas internacionales y se realizan las ceremonias de Estado. Una curiosidad es que no me dejaron entrar con mi mochila quechua chiquita donde llevo mis cosas por ser mochila, pero las señoras entraban con sus carteras del doble de tamaño que mi mochila y no les decían nada. A veces en España no son racionales. Que son un poco duros en algunas cosas, pues sí, lo son. Y que se creen mil como país…también. Creo que un poco la arrogancia argentina puede venir nuestros orígenes españoles. Cansado de las visitas a lugares turísticos oficiales, me fui caminando por la calle Mayor sin destino cierto. De repente miro hacia la derecha y veo el mercado de San Miguel. En un mostrador de vinos me pedí el tinto que me recomendó un latinoamericano que allí trabajaba. Me fui al mostrador de los quesos y me pedí un pedacito de uno que no recuerdo el nombre. En el mostrador contiguo pedí unas aceitunas. Qué rica combinación. Queso vino, vino, aceitunas, aceitunas, vino, queso. Una señora, alemana parecía ser, tomó unas aceitunas de mi plato pensando que era ofrecimiento de la casa que vendía. Le aclaré que eran mías pero que podía llevárselas si quería porque yo ya había comido bastante, sugerencia que aceptó sin vacilar. Pasé por la puerta del sol y le saqué foto al famoso cartel de tío pepe. Tato me comentó sobre ese cartel, y también lo leí en el blog de Analía. El cartel de tío pepe es el punto de encuentro por excelencia. Es como si fuera la puerta de la Favorita en Rosario. Caminé un poco más hasta el callao y ya después me tomé el famoso Renfe de vuelta hacia Aravaca.
El miércoles me levanté tempranito ya que habíamos decidido hacer con vero el bus del city tour. En la calle había una pequeña manifestación en la puerta de Telefónica. Tomamos el recorrido de la Madrid moderna pasando por las avenidas más anchas, los lugares de edificios más modernos como el Picasso, donde está Deloitte y por correspondencia donde trabaja Fer. Pasamos por el estadio del Real Madrid, el Santiago Bernabeu y por miles de palacetes del 1700 y del 1800. Al mediodía comimos en un barcito un menú del día. Vero se pidió tocino con huevos fritos y yo un pollo con patatas. El recorrido de la Madrid antigua ya la había hecho un poco andando. Pasamos por la puerta de Toledo, plaza Mayor, Puerta del Sol, Palacio real, Camino de los Recoletos, de la Castellana, Ayuntamiento de la ciudad. Terminado el bus, elegimos recorrer el camino de los recoletos y Castellana en sentido Nuevos Ministerios que es donde está la estación del Renfe para volver a Aravaca. Mientras caminábamos con vero charlamos mucho. Llegamos justo a casa para la llegada de los chicos. Ine y Tomy apenas llegan del cole dejan todo y se van hacia abajo a jugar con la bice, con los patines. Ya tienen varios amiguitos del mismo complejo donde viven. A la noche comimos unas milanesas a la argentina hechas por vero. Qué rico! Yo me fui para el centro. El jueves era feriado y la gente salía en Madrid. Quedé con mi amigo brasileiro Claudio que vive aquí en Madrid. Luego de comer pizzas salimos por Chueca a algunos bares con otros amigos.
El jueves me levanté tipo mediodía y volví para Aravaca, almorzamos con vero, nano e ine, ya que Tomasito había ido a jugar con un amiguito brasileño del complejo. Con el auto fuimos hasta El Escorial. Llegamos un poco tarde para la visita nos alcanzó para ver el palacio por dentro. Este palacio era el lugar de descanso de la corona española. En él se encuentran las tumbas de todos los reyes españoles, tanto de los Borbones como de los de Austria. Tendría que ponerme a leer un poco más de la historia real, me parece interesante pero nunca le presté atención. No me refiero sólo a la española, sino a la inglesa, portuguesa…etc. Ya el pudridero estaba cerrado. El pudridero es un lugar donde una vez muertos los reyes, permanecen durante más o menos veinticinco años hasta que quedan solo huesos y los colocan en lugares más pequeños. A ine no le copó mucho la visita. Quería irse apenas entramos. Falta mucho?, preguntaba. Al término de la visita fuimos a los jardines y luego a tomar una caña con unos quesitos y jamón serrano a un bolichito de por allí. Celebramos el entierro de la batería de mi cámara de fotos que murió con una última foto de los jardines. Ya es la segunda vez que me pasa de no cargar bien la máquina. Esa misma noche me fui otra vez para el centro hasta la calle Segovia. El jueves no salí porque estaba muy cansado. El viernes fui al museo del Prado. La visita me llevó un poco menos de tres horas, en general, tiempo que le dedico a todos los museos. Este museo me gustó, pero posee pinturas mas del renacimiento con muchos motivos religiosos, lo que me cansó un poco. Se puede ver mucha de la obra de Goya y de Velázquez. Vi las famosas maja desnuda y vestida, las meninas etc etc. A la vuelta del museo saqué a Gala la perra de Topi a pasear. Fuimos con Mariano a andar en bici por el costado del río Manzanares allí donde se soterró la M30. Gala corrió un montón y nosotros recorrimos un poco esta nueva urbanización. El paseo concluyó con una cerveza en un barcito para los Marianos y con un poco de agua en un potecito para gala. A la noche comí una tosta en Tío Timón, el bar donde trabaja totó y salí por ahí. Sábado fue de relax. No estoy sacando muchas fotos. El domingo fue buenísimo. Fuimos a la piscina en casa de campo. Topi, Isra, Mariano y yo. Mucho calor en Madrid. Fuimos en moto. Tomamos sol unas cervecitas también. Estoy tomando tanta cerveza que ya estoy con esa pancita de flaco gordo. No me gusta, pero bueno, kick back Mariano. La piscina un flash, es como haber ido a la pileta del Parque Alem, salvando las distancias. Un sinnúmero de gente de todos los tipos. A la salida pasamos por una feria de peruanos… cómo no tenía mi cámara de fotos! Toda una comunidad en el parque, carpas, feria, tragos, cervezas, anticuchos, Wendy Sulca sonando con todo. Las mujeres que se cortan el pelo ahí sentaditas en una silla y se peinan. Los peruanos que te gritan para que les compres cualquier cosa que venden. Niños jugando, mayores bebiendo. Parecía un capítulo de esos raros que te tocaba en “elige tu propia aventura”. Surreal. Volvimos al departamento y pasamos por Tío Timón a tomar unas cervecitas y luego fuimos al departamento de Mariano a comer unos fideos con albóndigas. Madrid no fue tanto recorrer sino mas bien vivir. Me gustó. Me faltó ver el Reina Sofía y el Caixa, el Thyssen e ir hasta Toledo. Pero como el vuelo de regreso sale de Madrid, me lo guardo para lo último.
El martes me levanté tarde, cerca de las 11. Nadie estaba en la casa ya, solo lucky y yo. Le puse la correa a lucky para dar una vuelta y justo entra vero, ergo, lo sacamos a dar una vuelta juntos. Luego fuimos hasta la estación Príncipe Pío donde almorzamos. Vero volvió a su casa y yo me fui al Palacio Real donde hice una visita guiada. El palacio es enorme. Se pude visitar primero una farmacia, donde se exhiben salas con cajoneras y recipientes donde se guardaban y preparaban las medicinas y la Real Armería con sus armaduras y armas pertenecientes a los reyes de España y a otros miembros de la Familia Real. Las habitaciones y salas del Palacio real contienen una serie indescriptible de frescos en las bóvedas, ornamentaciones, mobiliarios, etc etc. El Palacio es la residencia oficial del rey aunque no habita en él, pero sí recibe a todas las visitas internacionales y se realizan las ceremonias de Estado. Una curiosidad es que no me dejaron entrar con mi mochila quechua chiquita donde llevo mis cosas por ser mochila, pero las señoras entraban con sus carteras del doble de tamaño que mi mochila y no les decían nada. A veces en España no son racionales. Que son un poco duros en algunas cosas, pues sí, lo son. Y que se creen mil como país…también. Creo que un poco la arrogancia argentina puede venir nuestros orígenes españoles. Cansado de las visitas a lugares turísticos oficiales, me fui caminando por la calle Mayor sin destino cierto. De repente miro hacia la derecha y veo el mercado de San Miguel. En un mostrador de vinos me pedí el tinto que me recomendó un latinoamericano que allí trabajaba. Me fui al mostrador de los quesos y me pedí un pedacito de uno que no recuerdo el nombre. En el mostrador contiguo pedí unas aceitunas. Qué rica combinación. Queso vino, vino, aceitunas, aceitunas, vino, queso. Una señora, alemana parecía ser, tomó unas aceitunas de mi plato pensando que era ofrecimiento de la casa que vendía. Le aclaré que eran mías pero que podía llevárselas si quería porque yo ya había comido bastante, sugerencia que aceptó sin vacilar. Pasé por la puerta del sol y le saqué foto al famoso cartel de tío pepe. Tato me comentó sobre ese cartel, y también lo leí en el blog de Analía. El cartel de tío pepe es el punto de encuentro por excelencia. Es como si fuera la puerta de la Favorita en Rosario. Caminé un poco más hasta el callao y ya después me tomé el famoso Renfe de vuelta hacia Aravaca.
El miércoles me levanté tempranito ya que habíamos decidido hacer con vero el bus del city tour. En la calle había una pequeña manifestación en la puerta de Telefónica. Tomamos el recorrido de la Madrid moderna pasando por las avenidas más anchas, los lugares de edificios más modernos como el Picasso, donde está Deloitte y por correspondencia donde trabaja Fer. Pasamos por el estadio del Real Madrid, el Santiago Bernabeu y por miles de palacetes del 1700 y del 1800. Al mediodía comimos en un barcito un menú del día. Vero se pidió tocino con huevos fritos y yo un pollo con patatas. El recorrido de la Madrid antigua ya la había hecho un poco andando. Pasamos por la puerta de Toledo, plaza Mayor, Puerta del Sol, Palacio real, Camino de los Recoletos, de la Castellana, Ayuntamiento de la ciudad. Terminado el bus, elegimos recorrer el camino de los recoletos y Castellana en sentido Nuevos Ministerios que es donde está la estación del Renfe para volver a Aravaca. Mientras caminábamos con vero charlamos mucho. Llegamos justo a casa para la llegada de los chicos. Ine y Tomy apenas llegan del cole dejan todo y se van hacia abajo a jugar con la bice, con los patines. Ya tienen varios amiguitos del mismo complejo donde viven. A la noche comimos unas milanesas a la argentina hechas por vero. Qué rico! Yo me fui para el centro. El jueves era feriado y la gente salía en Madrid. Quedé con mi amigo brasileiro Claudio que vive aquí en Madrid. Luego de comer pizzas salimos por Chueca a algunos bares con otros amigos.
El jueves me levanté tipo mediodía y volví para Aravaca, almorzamos con vero, nano e ine, ya que Tomasito había ido a jugar con un amiguito brasileño del complejo. Con el auto fuimos hasta El Escorial. Llegamos un poco tarde para la visita nos alcanzó para ver el palacio por dentro. Este palacio era el lugar de descanso de la corona española. En él se encuentran las tumbas de todos los reyes españoles, tanto de los Borbones como de los de Austria. Tendría que ponerme a leer un poco más de la historia real, me parece interesante pero nunca le presté atención. No me refiero sólo a la española, sino a la inglesa, portuguesa…etc. Ya el pudridero estaba cerrado. El pudridero es un lugar donde una vez muertos los reyes, permanecen durante más o menos veinticinco años hasta que quedan solo huesos y los colocan en lugares más pequeños. A ine no le copó mucho la visita. Quería irse apenas entramos. Falta mucho?, preguntaba. Al término de la visita fuimos a los jardines y luego a tomar una caña con unos quesitos y jamón serrano a un bolichito de por allí. Celebramos el entierro de la batería de mi cámara de fotos que murió con una última foto de los jardines. Ya es la segunda vez que me pasa de no cargar bien la máquina. Esa misma noche me fui otra vez para el centro hasta la calle Segovia. El jueves no salí porque estaba muy cansado. El viernes fui al museo del Prado. La visita me llevó un poco menos de tres horas, en general, tiempo que le dedico a todos los museos. Este museo me gustó, pero posee pinturas mas del renacimiento con muchos motivos religiosos, lo que me cansó un poco. Se puede ver mucha de la obra de Goya y de Velázquez. Vi las famosas maja desnuda y vestida, las meninas etc etc. A la vuelta del museo saqué a Gala la perra de Topi a pasear. Fuimos con Mariano a andar en bici por el costado del río Manzanares allí donde se soterró la M30. Gala corrió un montón y nosotros recorrimos un poco esta nueva urbanización. El paseo concluyó con una cerveza en un barcito para los Marianos y con un poco de agua en un potecito para gala. A la noche comí una tosta en Tío Timón, el bar donde trabaja totó y salí por ahí. Sábado fue de relax. No estoy sacando muchas fotos. El domingo fue buenísimo. Fuimos a la piscina en casa de campo. Topi, Isra, Mariano y yo. Mucho calor en Madrid. Fuimos en moto. Tomamos sol unas cervecitas también. Estoy tomando tanta cerveza que ya estoy con esa pancita de flaco gordo. No me gusta, pero bueno, kick back Mariano. La piscina un flash, es como haber ido a la pileta del Parque Alem, salvando las distancias. Un sinnúmero de gente de todos los tipos. A la salida pasamos por una feria de peruanos… cómo no tenía mi cámara de fotos! Toda una comunidad en el parque, carpas, feria, tragos, cervezas, anticuchos, Wendy Sulca sonando con todo. Las mujeres que se cortan el pelo ahí sentaditas en una silla y se peinan. Los peruanos que te gritan para que les compres cualquier cosa que venden. Niños jugando, mayores bebiendo. Parecía un capítulo de esos raros que te tocaba en “elige tu propia aventura”. Surreal. Volvimos al departamento y pasamos por Tío Timón a tomar unas cervecitas y luego fuimos al departamento de Mariano a comer unos fideos con albóndigas. Madrid no fue tanto recorrer sino mas bien vivir. Me gustó. Me faltó ver el Reina Sofía y el Caixa, el Thyssen e ir hasta Toledo. Pero como el vuelo de regreso sale de Madrid, me lo guardo para lo último.
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