Ya hemos recorrido los lugares más lindos de Sevilla, no nos queda mucho. Caminamos por el barrio Santa Cruz. Los balcones de las casas están repletos de maceteros con plantas y flores. Hay muchos turistas en la ciudad. Los sevillanos son muy amables, apenas los mirás con ojos de hacerles una pregunta son ellos quienes te abordan antes de tú hables. Ya se me está pegando hablar con la segunda persona. Comimos un barcito a las afueras del barrio y luego caminamos hasta la Plaza España. La plaza está en refacción. Esta construida en forma de u simbolizando un abrazo a la ciudad. En ella se filmaron alguna escenas de la película Star Wars. Compramos un agua mineral de litro y medio, como hacemos todos los días, y nos fuimos a tirar al césped a descansar en el parque. Dormimos un rato y hablamos mucho. Caminamos de vuelta por la Av. de la Constitución, que es por donde pasa el metro y por donde queda la catedral. Fuimos a averiguar para sacarme un chip. Tengo el motorola negro que me diera Maíra hace un par de años, teléfono que utilizo cuando viajo y allá en Argentina también. Ya vendrá un teléfono más moderno. Saqué una línea en Orange. Ya les pasaré el número por facebook. A la noche, fuimos a tapear a un bar que se llama Alfalfa, frecuentado por muchos sevillanos. Luego fuimos hasta la Alameda, y tapeamos también en un bar que se llama Carlos V que queda en el medio. Caminamos hasta el bar de Anselma en Triana, pero estaba cerrado por la romería de la Virgen del Rocío. Nos perdimos la Salve que nos recomendó Analía. Volviendo para el otro lado del Guadilquivir, pasamos por el ensayo de la procesión de otra virgen. Había muchos devotos de no recuerdo qué virgen que entre todos levantaban como una tabla con pies de alrededor de mil trescientos quilos. Llevan a la virgen en procesión por 10 horas y hacen cambios cada media hora. Todos de la misma altura, formados y haciendo pasitos chiquititos al compás de un director que los va guiando. La joroba que deben criar estas personas no tiene nombre. Una locura. Luego tomamos unas cervecitas en la Av. Colón. Mañana partimos hacia Jerez y la costa sur de España. Me encanta Andalucía, me gusta cómo es la gente de aquí, todos simpáticos, amables, la manera de hablar que tienen, la t plosive que pronuncian y la ch como si fuera una sh. “Vais hazia la deresha y encuentcha allí lo que estcháis bujcando”.
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