Bueno, siguiendo el consejo de mi amiga Maíra, voy a comenzar a escribir.. no sé si escribiré todos los días, o algunos. Pero hoy sentí la necesidad de hacerlo.
Hoy fue un día bárbaro…bárbaro . Me levanté temprano de mi cama ruidosa. Me tocó un roommate roncador, al cual, en el medio de la noche, toqué para que se acomodara y dejara de roncar, lo cual funcionó pero por poco tiempo… el hostel donde estoy está bien. Creo que iré a peores hostels. Este hostel queda en una zona gay de NY, en Chelsea. En Chelsea INt´l, Hostel, el desayuno está incluido. Una fruta, un muffin, café, jugo etc etc. Desayuné en frente de un coreano, Juanjo…debe ser huan-hah, pero yo le entiendo Juanjo. Conversando, justo coincidimos en la ruta del día. Yo había organizado toda la parte baja de Manhattan, y él también así que decidimos ir juntos. Lo bueno de viajar sólo, es que decidís tu ruta, tus tiempos, qué hacer y qué no. Cuando se es más de uno, comienzan las negociaciones…como en toda relación humana. Yo iba a tomar el subte, pero Juanjo, o huan-hah, quería ir caminando. Así que cedí. Sí, cedí. Anoten. Juanjo sacaba fotos a todo lo que veía, como todo oriental. Hablamos un poco de nuestras vidas mientras andábamos por la ciudad. Es difícil entenderle a un coreano hablando inglés, pero puse todo mi esfuerzo para entenderle. Resumiendo, Juanjo es un coreano de 33 (parece de menos edad es que son tan estirados, con los ojitos en forma romboidal, que les das menos edad), es ingeniero, pero le gusta la música y escribe, pues ya grabó un CD y escribió un libro que pocas personas han escuchado y leído. Pero siempre se empieza por algo…Juanjo es un coreano bohemio. Bueno, en realidad no conozco muchos coreanos, ni conozco su cultura, pero parece bohemio. Llegamos a Ground Zero, dimos unas vueltas por donde se está construyendo el edificio de la libertad, entramos a la Saint Paul Cathedral y vimos las fotos de quienes murieron el 11S. No pude hacer la visita al museo donde te explican cómo fue todo…porque Juanjo no quiso, cedí nuevamente. Creo que voy a volver a hacerla. Qué se yo. Me puse a pensar que fueron más de 2000 muertos… muchos, no? Muchos son también los que mueren por la opresión de quienes gobiernan y dominan el mundo…pero no es momento para debatir sobre política. Continuemos. Juanjo estaba loco por ver un toro, yo ni sabía que existía, así que antes de ir al toro, pasamos por NYSE, toda vallada. Después del 11S los norteamericanos quedaron súper sensibles, y cierran todo, te preguntan todo, te miran, te revisan, etc. Pasamos por Battery Park, sacamos más fotos. Creo que a cada foto que yo sacaba, Juanjo sacaba 30. Por supuesto, que mi Sony al lado de su cámara de fotos, no es nada. Ferry a Staten Island: buenísimo. Mary Bullor, thanks! Lo único que me hice el inteligente y dije.. a la ida vamos viendo el lado feo, es decir, el lado donde no se ve Manhattan. Bueno, el lado feo no, el lado menos atractivo, total a la vuelta, el barco gira y vemos Manhattan, y como dice el dicho, quien ríe último ríe mejor. Cuando llegamos a Staten Island, nos hicieron bajar del ferry. Se me ocurrió preguntarle al navy boy, si volvía de la misma manera o daba la vuelta. Me respondió que va y viene de la misma forma, que no vira, así que cuando subimos de nuevo, nos pusimos del lado lindo, bueno, del lado más atractivo, donde se ve Manhattan. Antes de salir del hostel, a la mañana, agarré mi i-pod, sí, después de casi 4 años lo cargué de música. Así que a la vuelta, cerca de la estatua de la Libertad, y con la vista de los rascacielos de la ciudad, puse con un volumen considerable, New York New York de Frank Sinatra. Qué buena sensación! Gracias Javi Acha! Y como todo lo bueno, quise compartirlo, así que cuando terminó la canción, y después de sentir un éxtasis indescriptible, le puse los audífonos a Juanjo, que no lo podía creer. Cuando terminó de escuchar la canción, la cual pasaba al mismo tiempo que Juanjo sacaba 30.000 fotos, me agradeció. Mediodía = hambre. Miles de edificios, miles de oficinistas. Una placita dedicada a los héroes de Vietnam (hay que destacar que a pesar de los norteamericanos son imperialistas, al menos reconocen la labor de sus soldados). Una negra, oficinista, con una bolsa color madera. Mariano curioso.
Mariano: I´m sorry, where did you buy that food?
Negra oficinista: Well, I bought it in spreuogh carreich (así entiendo el ingles cuando no lo entiendo) over there, at the right side of this green foor. But it is indian food, do you like Indian food?
Mariano: Well, I´ve never tried, but there is always a first time.
Cuestión, compramos la indian food, y volvimos a la placita de los héroes de Vietnam a comer. Very spicy! But good food.
Pier 17, una vueltita, memorias de 1990 cuando fuimos con mi familia. Baño, fotos, descanso y próxima meta, el Brooklyn Bridge.
Caminamos un montón, pues del East River, parecía ahí nomás, pero tuvimos que entrar bastante en la ciudad para tomar el inicio. Ya estaba cansado, y me dije, voy o no voy? Voy! Menos mal, para quien tenga pensado venir a NY, es un paseo increíble. En realidad muy creíble, y lindo. La vista de Manhattan, los edificios, el río…once again, gracias Mary Bullor!
Y ahora? Lo que había planeado para el día se había terminado, así que tomé el mapa y me organicé en un segundo, gracias mamá, el mapa ya está medio destroyed, así que te voy a llevar uno para reponerlo. China Town, sucio, chino, peces moribundos, langostas semivivas, patos colgando de ganchos, muchos chinos, chinos, un templo de Buda. Acá me detengo, sólo para aclarar que me dio miedo entrar, pero entré. Será mi próxima religión? Hailara! Little Italy, es como un respiro en el medio del China Town, como sentirse en casa luego de estar en un lugar hostil. Soho, lindo. Se respira prolijidad, arte, buen gusto, creo que es lo menos norteamericano que vi, pero no deja de ser norteamericano. Voy a volver al Soho, más tranquilo. Ya estábamos muy cansados. Un café en un café de por ahí, una cookie con chips chocolate, y vuelta al hostel. Pasamos por Washington Square, cera del barrio de Greenwich Village. Mucha gente, partidos de ajedrez, locos, locos más locos… me encanta ver locos. Recomiendo el libro de Erasmo de Rotterdam, Elogio de la locura. Nenes jugando con el agua de la fuente, allí en frente del arco, un arco que se asemeja al arco del triunfo, volveré a la plaza. Vuelta al hostel por la 5ta Av. Por allí donde comienza, o donde termina, depende desde dónde lo miremos, como todo, no? Pizza free en Chelsea Int´l Hostel compu, Word, y yo escribiendo estos párrafos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
In the night!! me hacés reir tanto. Queremos ver foto de Huan-hah! (by the way soy Juls)
ResponderEliminar