lunes, 17 de mayo de 2010

Hacia Madrid

El avión llegó cerca de las 11am a Barajas. Me gustó mucho el aeropuerto, bien organizado, enorme. Tomé el metro hasta Nuevos Ministerios y luego el Renfe hacia Aravaca, que es donde vive mi primo Fernando. Parece que en Aravaca nadie sabía donde quedaba el 190 de Av. del Talgo, por lo que di varias vueltas hasta encontrar el departamento. Me recibió vero, con unos sandwichitos de jamón serrano y queso, y una sopa calentita. En Madrid está fresquito. Charlamos un montón como hacemos habitualmente. Dimos una vuelta con lucky, el perro de los chicos. Los esperamos llegar del colegio. Se bajaron de un micro Tomy e Ine, les di un abrazo a cada uno y marchamos de vuelta para casa. Fernando llegó del trabajo cerca de las 7 de la tarde y me pidió que lo acompañara a sacar al perro nuevamente. Dimos una linda vuelta por el barrio y charlamos como lo hacemos habitualmente cuando nos vemos. Luego fuimos a comer una hamburguesa con los chicos. Ine y Tomy han viajado por todos lados. Es muy cómico escuchar tanto a vero como al nano cuando cuentan que los chicos que viajan se fastidian. No quieren ir a conocer lugares y, en las fotos que me han mostrado, aparecen con caras largas. Mientras comíamos comentábamos entre los cinco lo interesante que es conocer tantos lugares. Tomy con diez años ya se conoce media Europa.
Me llevaron en auto hasta la casa de Topi, donde me espera tato. Dejamé las valijas y salimos por algunos bares de Madrid. Fuimos al bar donde trabaja totó, luego a otro de un amigo de tato, luego a uno donde encontramos a Topacio.
La mañana del viernes preparamos los bolsos y salimos rumbo a Lisboa. Lo poquito que vi de Madrid me encantó. Las callejuelas con sus edificaciones antiguas, de varias tonalidades, las calzadas de piedra, balconcitos chiquitos. Tato manejó casi todo el viaje, pero al final estaba cansado y manejé yo. La autopista que une Madrid con Lisboa impecable. En España no pagamos nada de peaje, pero sí en Portugal. Llegamos alrededor de las siete de la tarde, cruzamos el puente 25 de abril y nos dirigimos hacia la Baixa, donde nos espera Mikel en el departamento que alquilamos. El departamento es muy lindo. Este barrio no está muy habitado. Es un lugar donde hay muchas putas en las esquinas. Ya una se me acercó a ofrecerme sus servicios, una mujer de unos 45 años. Comimos en el restaurant de aquí al lado, y luego fuimos al barrio Alto, donde nos dijeron había muchos barcitos y gente. Subimos por unas callejuelas estrechas y nos encontramos con estos barcitos y muchísima gente en la calle. Tomamos unas morangoskas, como le llaman aquí a la caipivodka de morango. Nos divertimos mucho en la calle.

1 comentario:

  1. Que lindo marian!!! como me hubiera gustado recibirte en mi casa de Madrid!!! espero que vuelvas pronto a mi hermosa ciudad que tanto extraño y qeu me cuentes mas!! besitos!!

    ResponderEliminar