viernes, 7 de mayo de 2010

Mamma mia





























Moma day. Fui caminando para pasar de nuevo por la 5ta Av. Llegué apenas unos minutos después de que abriera el Museo. Ya había una fila grande. Gri me hizo estudiante de la Ucel, así que pagué como estudiante. De 20 dólares que sale la entrada, pagué 12. Folleto en mano, me decido a recorrer. Primero al primer piso, de algunas cosas o logro sacarme las estructuras. Arte visual. Ya había tenido alguna experiencia gracias a Santi González que nos invitó a una muestra en la Fundción Telefónica a principio de este año. Hay un artista que expone en el Moma que se llama William Kentridge. Buenísimo, para quienes gustan de artes visuales, vean Bretch Sudafricano y La flauta Mágica. El primero trata de un hombre que compra tierras en Johanesburgo. No recuerdo bien por qué motivo la mujer de él se encuentra en ese lugar, donde un hombre la seduce. El comprador de alguna manera vive, espía, se entera de las acciones de su mujer con el sudafricano. Y actúa en consecuencia a través del dibujo; dibuja, borra, dibuja borra. Según lo que recuerdo haber leído, estos dos hombres son el mismo Kentridge, él y su alter ego.
La Flauta Mágica, es una pieza audiovisual que conjuga varios elementos como filmaciones, música y apariciones de elementos que se mueven sobre rieles en una caja sobre la cual es proyectada la obra. Me encantó. Segundo piso, elementos de diseño. Seguramente Cristian habrá pasado horas en este piso. Me gustó también. En el tercer piso, había una exposición de fotos que recorrí rápidamente. Luego fui al cuarto, donde se exponían obras de artistas del siglo 20. El quinto fue el piso donde más tiempo pasé. Allí comencé a utilizar la guía auricular. No paré a presionar los tres números que se indicaban al costado de las pinturas para escuchar a los curadores. Creo nuestro país, carece de un plan de educación cultural integrador. Yo en el colegio tuve historia del arte, pero no recuerdo más que nos hayan enseñado la diferencia entre las columnas jónicas dóricas, y corintias. Cómo no nos presentan artistas como Van Gogh, Picasso, Klimt, Kandisky, Modigliani. En el arte se encuentra la sensibilidad, la creación, la interpretación, el libre pensamiento; todos necesarios para la construcción de seres pensantes, con imaginación. Para el próximo ministro de educación, a si alguien se anima a la política (Juli Herrero??), por favor, tomar nota. La visita al museo me llevó un poco más de 3 horas. Salí casi a las dos de la tarde. Mi próxima parada era las Naciones Unidas. Andando por las calles de NY, siento en mi bolsillo el vibrar del celular. Gabi con sus mensajitos de texto divertidos, ja! Me encanta recibir mensajes de texto. Pueden mandarme, eh! Al número de Buenos Aires. Me siento más acompañado. Dos y cincuenta y ocho estaba en la mesa de informaciones preguntando por la guía en español. Me comentan que la próxima guía salía en ese momento, a las 3 de la tarde. Celebré mi suerte y compré el ticket. La guía era una venezolana, de Caracas, que hablaba igualito a la Peve. En el grupo había un matrimonio de viejitos de Islas Canarias que no paraban de preguntar cosas de España, de Canarias etc. Un poco pesados. Siempre pasa. La visita fue interesante…un poco cuentito, pero bueno, es nuestro mundo. Lo más destacable fue pasar por el recinto donde se desarrollan las asambleas, pues estaban reunidos los representantes de varios países y discutiendo la agenda del día. No pude sacar fotos en ese lugar. Es increíble cómo los norteamericanos extreman las medidas de seguridad de los mismos peligros que ellos ocasionan.
Yendo para la juguetería FAO Schwartz, pasé por el edificio de la Grand Central Station, de donde salen trenes, metros. Un edificio enorme, majestuoso, limpio. Saqué varias fotos. Creo que el edificio contrasta un poco con el concepto de lo moderno de la ciudad. Me gustó mucho. En FAO Schuartz me acordé mucho de mis sobrinitas. Kata se desesperaría en esta juguetería. Toque el piano con los pies, como la película Quisiera ser grande. Saqué algunas fotos y volví rápido al hostel para tomar una ducha e ir al teatro.
Mamma mia here I go again. Llegué 2 minutos tarde al teatro sobre la calle Broadway. Estuvo bueno, divertido, buena puesta en escena, las luces. El teatro muy lindo, antiguo, todo antiguo. Las canciones de Abba. See that girl watch that scene, dig in the dancing queen!!
Salí del teatro y volví caminando por Broadway. Pasé por un mercado y me compré una cerveza. El latino vendedor (uno comienza hablando en inglés, y habla en inglés, pero mirándoles la cara, te das cuenta que todos los vendedores son latinos y hablan español, así que cuando se complica seguís en español y todo bien) envolvió mi cerveza en una bolsa papel madera. Qué? Sí, caminé dos cuadras con la bolsita en la mano. Me sentí, no sé, raro. Me sentí un vagabundo de esos que aparecen en las películas (todo lo que describo aparece en las películas…ha visto la penetración cultural de Norteamérica, eh eh, ha visto??), me sentí un delincuente, pues estaba infringiendo la ley. Pasé por un pub, tomé algunas cervezas más. De repente, me encuentro con Chip, un amigo mío que actualmente vive en São Paulo. Esas casualidades, divertidas, anecdóticas que hacen la vida más divertida. De repente sentí todo el cansancio del día en las piernas. Time to go home.

3 comentarios:

  1. Diplomacia Cutural americana, todo digitado por el Pentágono... el cine, CNN, los musicales de Broadway, NY como la ciudad más publicitada del mundo... pero que importa!!! si NY es para disfrutar!!! distrutalo disrtutate ja

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  2. te encontraste con Chip? Oh my god, qué chico es el muuuundoooo!!!!

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  3. Sí marian, coincido. Europa me gusta mucho más!!

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